28 de March de 2024
Mancera encara al Perro Aguayo con el Hijo de El Santo
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Mancera encara al Perro Aguayo con el Hijo de El Santo

Jul 28, 2017

• Es un rudo-técnico querido por los buenos y malos, dice

• En el ring de la política y sus aspiraciones rumbo a 2018

• Enmascarado de Plata, único héroe de carne y hueso

Por Jesús Yáñez Orozco

CDMX, 28 de julio, (BALÓN CUADRADO-CIRCULO DIGITAL).–Durante casi 60 minutos es ring el Salón Murales –techos altos y paredes amurallas– del antiguo ayuntamiento del gobierno de la Ciudad de México, escenario de un acto conmemorativo de los 100 años del natalicio de El Santo –23 de septiembre de 1917, Tulancingo, Hidalgo. Fallecido el 5 de febrero de 1983.

El enmascarado de Plata, único súper héroe de carne y hueso, ícono de la cultura popular mexicana… que temía a los panteones.

Afuera el alba muere amortajada por un cielo encapotado, lluvioso.

Encabeza el evento Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno capitalino, en su máscara de eterno niño travieso. Es uno de los miembros del pelotón –más de una docena—que aspira a ser candidato independiente a contender por la devaluada presidencia de la República en 2018.

Rodolfo Guzmán Huerta nació el 23 de septiembre de 1917 durante los estertores de la revolución mexicana, donde las armas que escupen muerte dejaron casi un millón de cadáveres, la historia persiste: en lo que va del presente siglo la lucha contra la delincuencia organizada –una guerra civil no declarada-- ha dejado cerca de 300 mil decesos. Sin contar los desaparecidos.
Rodolfo Guzmán Huerta nació el 23 de septiembre de 1917 durante los estertores de la revolución mexicana, donde las armas que escupen muerte dejaron casi un millón de cadáveres, la historia persiste: en lo que va del presente siglo la lucha contra la delincuencia organizada –una guerra civil no declarada– ha dejado cerca de 300 mil decesos. Sin contar los desaparecidos.

Así como en la lucha libre también hay rudos y técnicos, sucede también en política: ¿El doctor Mancera es rudo o técnico? lanza la pregunta –huracarrana verbal– Balón Cuadrado a El Hijo de El Santo.

Sus diminutos ojos, inexpresivos, tras la argentina máscara, tienen un ligero brillo, como primera respuesta a la pregunta.

Parpadea. Suelta en una contrallave:

“Es un luchador técnico: odiado querido”.

Y lo compara con El Perro Aguayo padre. Luego de ser rudo se hizo técnico. Pero era ídolo, querido, de los aficionados al bien y el mal.

“Quizá también me pasó algo similar”, reflexiona.

Aclara “sin mencionar nombres”, que “hay muchos rudos en México”. Parece que van a aflorar algunos políticos en sus labios.

Pero siempre se arrepiente.

Aquellos, generaliza, que permiten la corrupción e impunidad. “Los que extorsionan y se dejan extorsionar: como los que dan mordida para que los deje ir la patrulla”.

–Entonces, la corrupción somos todos, ataja Balón Cuadrado.

–Mejor definición no puede haber, dice el encapuchado, enjugándose las manos con un anillo plateado en el anular de la mano izquierda.

–Somos un triste país, lamenta el reportero.

Y una amarga  mueca se dibuja bajo su alba máscara.

“Los rudos se quedaron afuera”, ataja la pregunta, el medallista olímpico en lucha grecorromana, Daniel Aceves –hijo del luchador Bobby Bonales—con una mirada extraviada que no embona con sus palabras.

Rodolfo Guzmán Huerta nació el 23 de septiembre de 1917 durante los estertores de la revolución mexicana, donde las armas que escupen muerte dejaron casi un millón de cadáveres, la historia persiste: en lo que va del presente siglo la lucha contra la delincuencia organizada –una guerra civil no declarada– ha dejado cerca de 300 mil decesos. Sin contar los desaparecidos.

El Santo temía a los panteones durante la filmación de sus películas. Siempre andaba acompañado por algún amigo o personal de la producción. Su terror a los camposantos era mayúsculo en las noches.

El escritor Carlos Monsiváis definía así al Enmascarado de Plata: fue “el rito de la pobreza, de los consuelos peleoneros dentro del gran desconsuelo-que-es-Ia-vida. La mezcla exacta de tragedia clásica: circo, deporte olímpico, comedia, teatro de variedad y catarsis laboral”.

Previamente, en el intercambio de regalos, El Hijo del Santo obsequió uno significativo a Mancera: un reloj radiocomincador, ahora con tecnología de punta, como el que usaba su padre en muchas de las más de 50 películas, para combatir a los facinerosos.

Cuando sea necesario, explica, “diré: ‘¡Santo llamando al Doctor Mancera, Santo llamando al Doctor Mancera!’”.

Estalla en los muros la risa de casi 150 personas entre representantes de medios de comunicación, artistas, y ex luchadores –Dorrel Dixon, Coloso Colosetti e Ismael Ramírez, apodado Charles Bronson.

“Hoy México necesita más de esto: a quién pedirle auxilio. No sé si vaya a pedirle apoyo al Hijo del Santo”, duda el funcionario quien jura y perjura que no hay carteles de la droga en esta ciudad.

“El Santo llena muchos espacios, mucha esperanza. Mucho de lo que la gente quiere. Cuando ve la máscara, la capa, personifica en El Santo la lucha diaria que tenemos en la vida”, filosofa Mancera.

Felicita al Hijo del Enmascarado por continuar con esta leyenda y “ser ídolo” de mucha gente, “no sólo de niños y niñas”. Y confiesa ser fan de El Santo y haber visto sus películas al regreso de la escuela en el Canal 4.

Y reitera –más que a otro deporte, incluido el futbol– el apoyo irrestricto a la lucha libre por parte del Gobierno de la Ciudad de México.

También acudieron el presidente del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla, y la primera actriz, Lorena Velázquez, quien realizó varias películas al lado del Enmascarado de Plata.

Otro momento chusco.

Lorena Velázquez, quien compartió créditos con Rodolfo Guzmán Huerta en algunas películas, luego de recibir una fotografía como obsequio, mira la imagen. En ella se ve a la actriz tratando de desenmascarar a El Santo.

Ante el cuestionamiento del Hijo de El Santo, si logró su cometido, aclara, tratando de deshacer el entuerto:

“Mejor no nos contestes”.

“No”, responde pícara, la actriz.

“Pero, sí, me hizo la huracarrana”.

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