16 de April de 2024
Carrera política de canciller Angela Merkel siempre en continuo ascenso
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Carrera política de canciller Angela Merkel siempre en continuo ascenso

Mar 14, 2018

 

Ciudad de México a 14 de Marzo (AMPRYT/CÍRCULO DIGITAL).- La canciller Angela Merkel, quien hoy juramentó para un cuarto período al frente del gobierno alemán, ha tenido una carrera ascendente en la política de Alemania desde la Caída del Muro de Berlín, en 1989, sin experimentar ningún revés o retroceso.

Es la primera mujer en ser canciller federal de Alemania y suma ya cuatro períodos consecutivos desde que ocupó ese cargo en 2005. Su nuevo gobierno concluirá hasta 2021.

Estudió química en la Universidad de Leipzig, una ciudad que en esos días se ubicaba en la entonces República Democrática de Alemania (Alemania Oriental). Se doctoró en Leipzig en 1986 con una tesis sobre química cuántica.

En 1989, Merkel se sumó al creciente movimiento democrático en la entonces República Democrática de Alemania tras la Caída del Muro de Berlín y se unió al Partido Marcha Democrática (Demokratischer Aufbruch).

Tras las primeras elecciones democráticas del 18 de marzo de 1990 en Alemania Oriental se convirtió en la viceportavoz del nuevo gobierno germanoriental.

Después de las primeras elecciones en la Alemania Unificada, que tuvieron lugar también en 1990, fue designada como Ministra de Familia, Mujer y Juventud en el gabinete del entonces canciller federal y presidente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Helmut Kohl.

En 1994 fue designada ministra de Medio Ambiente. En 1998 fue electa secretaria general de la CDU y en 2000 se convirtió en la primera mujer en ser presidenta de ese partido, que es la primera fuerza electoral conservadora del país. Fue la sucesora de Helmut Kohl en el cargo y hasta la fecha.

Desde entonces es también diputada del Bundestag, el Parlamento alemán. En 2016 Merkel fue considerada por la revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo.

Desde el comienzo de su gobierno se ha enfocado en mantener la productividad alemana y continuar con el fortalecimiento económico y político de su país en el continente europeo. A partir de entonces Merkel ha adquirido la posición de una líder con gran influencia en la Unión Europea (UE).

Durante la gran crisis económica que se desencadenó en 2008 en Estados Unidos y que llegó a Europa con toda su fuerza en 2009 destacó por el buen manejo de la economía alemana. Logró mantener los efectos de la crisis al margen de la economía alemana y ello le generó mucha popularidad.

Consiguió sacar a Alemania de esa recesión y desde hace ocho años el país experimenta gran prosperidad. En los países del Euro, los que tienen la divisa única, tiene una imagen controversial por la férrea política de austeridad y de disciplina presupuestal que hizo prevalecer en los países del Euro durante la crisis.

Esa fue la estrategia que aplicó en Alemania e hizo que también se aplicara en los otros países de la divisa única, lo que le ganó la animadversión de la población en países como España y Grecia, fuertemente afectados por la crisis.

Actualmente la economía de Alemania es la cuarta más poderosa del mundo junto con la de Estados Unidos, China y Japón. El país es considerado el motor económico de la UE.

Merkel se ha enfocado en el desarrollo energético de su país. Puso fin al uso de la energía nuclear y ha impulsado el uso de fuentes alternativas de energía, convirtiendo a Alemania en el primer país industrializado en hacerlo.

Alemania es ahora el principal productor de turbinas eólicas y de tecnología para la energía solar en el mundo.

Un gran número de medios de prensa alemanes le han puesto el sobrenombre de “Mami Ángela” (Mutti) desde hace unos años. El sentido del sobrenombre es entre humorístico y crítico.

Debido a sus políticas de solidaridad con los refugiados y con víctimas de los conflictos sociales y militares en el Medio Oriente en 2015 ganó gran respeto internacional pero también fuertes críticas en su propio país, lo que finalmente se convirtió en una polarización social que se reflejó en las urnas.

En las elecciones generales del 24 de septiembre de 2017, los partidos hermanos CDU/CSU solo lograron el 30 por ciento de los votos. La CDU/CSU necesitaban formar una coalición para gozar de una mayoría en el Parlamento y poder gobernar.

El primer intento de hacerlo fue con el Partido Liberal (FDP) y con el Partido Verde. Los liberales rompieron en forma súbita las negociaciones. Solo quedaba como posible socio para la coalición de gobierno el Partido Socialdemócrata (SPD).

Sin embargo, éste se había negado en forma rotunda a volver a formar coalición con Merkel y su CDU/CSU desde el día en que su supieron los resultados de los comicios. Los socialdemócratas lanzaron toda la culpa de su derrota a Merkel.

El SPD solo reunió en esas elecciones el 20 por ciento de los votos, su nivel más bajo en su historia. Diez años antes había registrado el 40 por ciento de las papeletas.

Los dos mayores partidos de Alemania habían experimentado una debacle electoral.

Con la intervención del actual presidente de Alemania, el socialdemócrata Frank Walter Steinmeier, el SPD accedió con muchas resistencias a empezar a sondear con la CDU/CSU la prolongación de la Gran Coalición, el nombre que recibe la alianza en gobierno de los dos mayores partidos.

Merkel consiguió poner fin a los casi seis meses de bloqueo político que siguieron a las elecciones del pasado 24 de septiembre, pero esos comicios dejaron un panorama fragmentado y cimbrado por la irrupción del ultraderechista y populista Alternativa para Alemania (AfD).

Finalmente consiguió que el lunes 12 de marzo se firmara un acuerdo de coalición entre la CDU/CSU y SPD, que había recibido el 4 de marzo el visto bueno de las bases socialdemócratas en una consulta entre los casi medio millón de militantes.