25 de April de 2024

*LUCERITO MARQUEZ

 

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia señala que el Empoderamiento de las Mujeres: “Es un proceso por medio del cual transitan de cualquier situación de opresión, desigualdad, discriminación, explotación o exclusión a un estadio de conciencia, autodeterminación y autonomía, el cual se manifiesta en el ejercicio del poder democrático que emana del goce pleno de sus derechos y libertades”.

Lo leo muy bonito, eso de salir de la oscuridad y ¡llegar a la luz! Insisto se lee muy bonito, pero me saltan una que otra duda: existen mujeres que han cursado por procesos psicoterapéuticos, cursos, talleres, diplomados y demás sobre la materia… ¿Ya están empoderadas? ¿Pueden ejercer libremente sus derechos?

Lo leo bonito, pero me saltan más dudas, mi México lindo y querido era uno antes de 1953 y es otro después de ese año, cuando se reconoció oficialmente el derecho de las mujeres a elegir a sus gobernantes y a ser electas, pero ese reconocimiento no fue un regalo ni una concesión, sino el resultado de movimientos universales y locales a favor de la equidad de género ¿El empoderamiento, hoy por hoy, tal cual lo contemplan diversas instituciones, apoya para que las mujeres tomen conciencia del logro obtenido y la responsabilidad adquirida?

Lo leo bonito, pero las dudas no me dejan ¿se ha trabajado en el empoderamiento de las mujeres en el ámbito de sus derechos políticos o  sólo se les ha enseñado a ser postres electorales? Antes, muchas mujeres sufrían represión familiar que les impedía acudir a las urnas, y otras simplemente seguían los designios que los «hombres» de la casa les sugerían que debían manifestar hoy ¿Ha cambiado el panorama? Tal vez, sin embargo, se requiere que el empoderamiento de las mujeres incluya un verdadero proceso de autonomía y autodeterminación en el ámbito político.

 

 

Lo leo bonito, pero, otra vez estas dudas, ¿será que las instituciones políticas carecen de capacidad para asegurar que los intereses de las mujeres se expresen y se incorporen en las políticas públicas y por lo tanto ese empoderamiento va tan lento a la hora de ejercer el voto o ser votadas?

Lo leería bonito si se apoyara el desarrollo de aptitudes y capacidades, tanto en las candidatas como en las líderes electas; si la capacitación abarcara el aprendizaje del voto informado.

Lo leo bonito y aquí si no tengo duda: transitar de la universalidad del sufragio al goce y ejercicio de la ciudadanía de las mujeres ha llevado mucho tiempo y aún es una asignatura por completar.