29 de March de 2024
Menos petróleo, ¿respiro?
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Menos petróleo, ¿respiro?

Sep 30, 2016

Por la Espiral

*Claudia Luna Palencia

Voy a escribir acerca del petróleo pero no puedo obviar que la carrera presidencial en Estados Unidos tiene mucho que ver con el tema dados los condicionantes internacionales, las pérdidas en muchas poderosas empresas petroleras y que quiérase o no el petróleo gobierna nuestros días.

En 2016 no persiste el mismo escenario que en las elecciones de hace cuatro años, el mercado del oro negro lleva dos años de turbulencias que ha terminado por pasarle factura a las empresas productoras de todos tamaños y de todo el planeta.

Y aquí subsiste un punto importantísimo entre la estrategia energética de Hillary Clinton respecto de la de Donald Trump: la candidata quiere apostar más por las energías renovables mientras que el magnate pretende regresarle el poder a los millonarios petroleros sobre todo los de Texas golpeadísimos por la caída de los petroprecios. Esa fórmula puede ser decisiva para llevar a Trump a la Presidencia.

La supremacía del petróleo, su disputa, la lucha internacional, las invasiones a otros países hasta el desastre en Medio Oriente en el que nos encontramos tiene mucho que ver con la apropiación de este recurso no renovable.

Dígase lo que se diga el país que posea su maná de alguna forma asegura su preminencia industrial, su expansión económica y su futuro; esa es la verdadera carrera de fondo: el futuro inmediato.

No hay la fuerza suficiente en las energías renovables para sustituir al petróleo ni siquiera para terminar de descarbonizar al planeta… es la pura verdad; tanto como que en esta historia hay países que en efecto, viven del petróleo, tienen fincado su progreso en su producción y su retórica en las exportaciones.

Cada bajada del ciclo sus presupuestos se constriñen y enfrentan de forma virulenta sendos problemas internos económicos y sociales porque menos ingresos petroleros significan menos  dinero para gastar, para invertir  y para dar empleo.

Así es  que imaginemos al mundo como un matrimonio dividido por las noches donde cada miembro de la pareja jala la sábana con tirantez despiadada para tener más parte de la tela a su favor.

La sábana en este caso son los energéticos y los petroprecios; los que producen menos y dependen más quieren precios más baratos mientras que las economías que producen más y venden más quieren precios más altos.

A COLACIÓN

Por fin la OPEP ha logrado ponerse de acuerdo para cortar su producción y reducir la oferta global del hidrocarburo intentando con la maniobra elevar los petroprecios.

No únicamente buena parte de las petroleras privadas a nivel mundial enfrentan sendos problemas contables derivados de más endeudamiento y menores ingresos; también las empresas paraestatales del sector lo están pasando mal veámoslo con Petrobras, PDVSA y Pemex.

Rusia tiene una crisis económica ligada a su correlación con los petropecios, Venezuela está en el hoyo en la peor crisis económica y social de su historia reciente; y México como tantos otros países productores y exportadores del crudo ha debido reajustar su presupuesto.

Que en medio de la maraña los países miembros del cártel se hayan puesto de acuerdo para recortar hasta los 32.5 a 33 millones de barriles diarios la venta de petróleo es sorprendente máxime por la división interna que enfrenta la OPEP salpicada por muchos roces de política internacional entre sus compañeros (el papel de Arabia Saudita).

Irak, por ejemplo, uno de sus miembros (de hecho en la mítica ciudad de Bagdad se constituyó el cártel en 1960)  padece un desastre interno; no hay un control de todos los canales de producción con el ISIS actuando en una parte del territorio se ignora cuánto es extraído ilegalmente y vendido de contrabando.

La decisión de la OPEP se espera que tenga efectos en el mercado internacional, sobre todo después de su asamblea anual a celebrarse en Viena el próximo 30 de noviembre. Las expectativas  son de un repunte de entre 7 a 9 dólares en el precio del barril lo que podría en 2017 contribuir a un precio del petróleo mucho más estable. Rusia lo ha celebrado (no es miembro de la OPEP) y México (tampoco lo es) también desea un respiro.

 

@claudialunapale